Prueba Beta EVO Factory 300 2022: «hay vida más allá de la exclusividad»

Dinámicamente la Beta EVO Factory transmite una nobleza extraordinaria. Su bastidor es uno de los mejores del mercado, porque combina aplomo y estabilidad, con un ángulo de giro muy superior al de sus rivales. Es decir, la EVO tiene una virtud extraordinaria para ser efectiva en el trial de trazada, sin mover, ya que combina ese mencionado aplomo con la capacidad de girar donde el resto no llegan.

Otro de los aspectos que más me gustan de la EVO es su capacidad de tracción. Aquí sí es capaz de marcar más distancias con la versión estándar, ya que le sienta fantástico el nuevo muelle y settings del amortiguador trasero. Por ejemplo, cuando subes un escalón o rampa, en la recepción es habitual perder esa inercia y buscamos, ayudados con el cuerpo, esa tracción que nos termine de sacar del obstáculo; ahí es imbatible. Es sorprendente la eficacia con la que vuelve a coger grip y salir de forma controlada.

Esto me lleva a contaros más sobre su mecánica. Siempre hemos sido grandes defensores de las cilindradas medias, ya que los “trescientos” ofrecen un par y potencia excesivos para gran parte de los usuarios (nivel bajo y medio, especialmente), que acaban penalizando física y técnicamente porque administrar su potencia requiere más precisión.

Los “trescientos” más exigentes son los que ofrecen TRRS y GASGAS. En el caso de Beta, su motor tiene una doble personalidad, ya que en bajo régimen sientes que tienes un buen par motor y ese “grip” que comentábamos, pero con la virtud de ser fácil de exprimir. Es decir, no es una potencia que entra desde abajo desbocada, sino que es progresiva, de forma que cuando quieres “chicha” abres el grifo y tienes lo que esperas: un motor potente y gran capacidad de escalar en la gama alta de revoluciones. Esta reflexión tiene también su explicación en que Beta no ofrece versiones intermedias entre el 250cc y 300cc, sabiendo que el ”cuarto de litro” tiene una fabricación casi residual. Es decir, están obligados a tener un “trescientos” apto para todos los públicos.

Otra de las particularidades de la Beta EVO es su embrague. Al igual que ocurre en el caso de la Montesa, el sistema está accionado por muelles y no por diafragma. Esto le confiere a la Beta EVO una altísima resistencia, durabilidad y eficacia, aunque el tacto es algo más precargado que en caso de las marcas rivales; quizás notamos que la respuesta es más directa y esto ayuda a disparar la moto en las situaciones más exigentes.