La Gas Gas Halley es el punto de partida de una marca que nació fruto de la pasión y la experiencia de sus fundadores. Una moto con grandes virtudes técnicas y argumentos como para irrumpir con fuerza en un mercado muy disputado.
Se denominó Halley por una curiosa razón. En el año de su fabricación, 1986, coincidió con la aparición del cometa que lleva el mismo nombre. Las siglas PXC hacían honor a su diseñador, el gran maestro Josep Rovira Paxau. Por tanto, en este año se presentaba oficialmente la primera Gas Gas de la historia bajo la denominación: Gas Gas Halley 325 PXC 1986.
UNA HISTORIA DE PASIÓN
Para comprender la existencia de la marca gerundense hay que remontarse a diciembre de 1974, cuando Josep María Pibernat y Narcís Casas decidieron abrir una tienda de motos en Gerona para vender marcas como Bultaco y SWM. El nombre de esta tienda sería Gas Gas. Tanto Bultaco como SWM cerraron sus puertas, por lo que se presentó la oportunidad de fabricar una moto propia, algo que finalmente sería una realidad en el Salón de Barcelona de 1985, donde presentaron a Gas Gas como marca.
Esta primera Gas Gas incluía en su equipamiento lo mejor el momento: un bastidor monocuna desdoblado a la altura del escape, horquilla Telesco, un sistema de suspensión inspirado en la Yamaha y firmado por Corte Cosso, completado por un disco de freno delantero Grimeca. Detrás, un tambor Nagesti.
Inicialmente la Gas Gas montó un motor Villa de 325cc y seis velocidades, con un cilindro trabajado por Paxau y fundido en Italia.
Las Gas Gas Halley 325 PXC tuvo una corta vida de dos años y una única modificación al año siguiente de su comercialización, incorporando freno de disco trasero y un chasis más corto con la dirección más cerrada.
En 1988 la Halley dejó paso a un nuevo modelo con modificaciones más profundas tanto a nivel de parte ciclo como en su mecánica.
LA HALLEY EN LAS ZONAS
En pleno boom de motos clásicas de profundas preparaciones, los modelos con monoamortiguador y frenos de disco parecían desterrados en el mercado. El hecho de ser la primera Gas Gas y estar muy bien conservada terminó de animarme. Ya en directo, es una moto todavía más interesante. Personalmente me parece una de las Gas Gas más bonitas de los primeros años.
Es innegable la influencia italiana en el concepto de la moto, pero con soluciones técnicas propias muy interesantes en todos los ámbitos. La posición de conducción es cómoda y bien resuelta, aunque alta de estribos. Destaca el buen tacto de sus mandos y el gran rendimiento de un componente tan crítico en esta especialidad como es el embrague; progresivo y suave.
La puesta en marcha es sencilla y efectiva. En marcha resulta especialmente noble e intuitiva, fácil de manejo y efectiva en las zonas. El tren trasero peca de poca rigidez y al amortiguador no puedes exigirle demasiado, pero aprueba en rendimiento. De delante es más divertida. El buen equilibrio entre agilidad y aplomo en todos los terrenos certifica su nobleza dinámica, algo especialmente destacable al tratarse de una primera edición.
El motor 325 aporta grandes bajos y medios. Es una moto de rápida respuesta al golpe de gas, invitando a conducir de forma intuitiva aprovechando su buen par motor. En alto régimen no trabaja con tanta excelencia, pero representa una buena base técnica para pulir estos aspectos y conseguir una mecánica muy completa.
En resumidas cuentas, la Halley 325 PXC es una moto muy interesante para completar una colección o disfrutar de carreras de clásicas en categorías de postclásicas. Su cotización depende principalmente de su estado, aunque dado que no existe un mercado amplio, la tendencia es al alza. Pueden encontrarse unidades desde los 800€ hasta los 1600€ según conservación.
Gas Gas sería campeona del Mundo con Jordi Tarrés en los años 1993, 1994 y 1995. También lo sería en 2003, 2004, 2005 y 2006 con Adam Raga.
RECAMBIOS Y ACCESORIOS GAS GAS DE TRIAL
1 comentario en “Prueba Gas Gas Halley 325 PXC 1986”
hola , nunca llevo una horquilla telesco , si una mazrochi o una foral
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