Actualidad de las marcas en Mundo del Trial

Escribir artículos de opinión acerca de trial no es una tarea fácil, por suerte para mí, últimamente el mundo del trial no para de dar noticias; deportivas y extra deportivas, buenas y no tan buenas e incluso algunas noticias tan curiosas las cuales el que escribe estas líneas no sabe cómo interpretar, si son buenas, son malas o si pareciendo buenas esconden una realidad no tan satisfactoria.

Hace poco se nos desvelaba que Dougie Lampkin trabajaba ya intensamente en la creación de una nueva moto de trial. De la mano del industrial Manel Jané, la firma Vértigo prepara una moto de trial con el principal objetivo de ganar el World Trials Championship y los Scottish Six Days Trial, siendo el objetivo de la comercialización del nuevo modelo algo secundario.

La trayectoria empresarial de quien secunda este proyecto, el equipo humano de trialeros que hay detrás y los objetivos de Vértigo, puramente pasionales, auguran éxitos seguros y el lanzamiento de un proyecto muy ilusionante y que sin duda devolverá algo de entusiasmo al mundo del trial excesivamente comercializado en los últimos tiempos.

Excesiva comercialización y profesionalización que muchos parecen no darse cuenta que juega en su contra.

Por su parte el siete veces campeón del mundo Jordi Tarrés comunicaba hace poco que se desligaba de Jotagas, marca que él mismo ha creado y anunciaba, poco tiempo después, el lanzamiento de otra nueva moto de trial, TRS Motorcycles, con el objetivo de una facturación a tres años vista de 6.000.000€; ambicioso objetivo que ojalá puedan cumplir gracias a las ventas.

La firma Ossa movía ficha y se unía a la marca Gas Gas para hacer viable un proyecto que navegaba sin rumbo, poco a poco claramente hacia su ruina. La Generalidad de Cataluña anunciaba un préstamo participativo para ayudar a estas dos marcas. Ahora todos somos socios de Gas Gas y Ossa a través de nuestros impuestos.

¿Pero que es en realidad o que esconde este préstamo participativo?

En primer lugar esconde una necesidad de financiación de dos marcas que necesitan dinero de forma inmediata para seguir adelante. La enorme competitividad del mundo de las dos ruedas, y sobre todo la falta de beneficios que puedan ser reinvertidos en I+D+I llevan a estas dos marcas a no disponer de los recursos necesarios para su investigación y desarrollo, dando un paso adelante y dos para atrás cada vez que reinvierten dinero o amplían capital social.

En segundo lugar esto esconde la cruda realidad de una economía excesivamente intervenida por el mundo político, una economía como la española a la que no se la permite obtener beneficios dados los altos niveles impositivos, altos precios del suelo industrial y altísimos precios de la energía y otros servicios que un estado debería garantizar para el correcto desarrollo de una industria saneada.

En tercer lugar esconde el sin sentido de que sean los políticos utilizando los recursos de nuestros impuestos los que deciden cuáles empresas industriales deben ser subvencionadas y cuáles no, cuando en realidad son ellos mismos los que minan y ponen la zancadilla a tantos proyectos que luego deben subvencionar con nuestro dinero para que el desastre económico causado por ellos no sea tan patente y evidente dejándoles a los políticos con el culo al aire.

En cuarto lugar esconde la cruda realidad de lo que los políticos y sus opiniones han destruido y ahora pretenden maquillar para que parezca que ellos no tienen nada que ver con el desastre. España en general, y Cataluña en particular han sido durante mucho tiempo una potencia en la fabricación de motocicletas a la vanguardia no solo del mundo del trial con marcas como Bultaco, Montesa, Ossa, Merlín o Gas Gas, pero también en el mundo de la velocidad, la carretera, los scooters,  el enduro o el moto cross con Derbi, Rieju, Sanglas, Torrot, Gimson, Vespa, Lube, Ducson y tantos otros proyectos interrumpidos por crisis políticas o económicas.

Cada día se hace más evidente que el proyecto de España camina sin rumbo, cada día se hace más evidente que nuestros políticos no saben lo que quieren, dan la razón a aquellos que les dan los votos necesarios para continuar en sus puestos ya sea en el poder o en la oposición y apoyan a muerte a aquellas empresas que mantienen sus bolsillos bien llenos; bancos y eléctricas.

Con 450.000 cargos políticos en España, el más alto de todos los países de nuestro entorno, el doble que países más prósperos como Alemania, cargos políticos privilegiados y bien pagados, no les importa demasiado si mandan o se oponen.

Así ecologistas sin representación en el parlamente Español y en ninguno de los 17 parlamentos autonómicos, marcan el cómo, cuándo y dónde del 100% de las políticas medioambientales que sufrimos y que sufre también nuestra antaño exitosa industria de la moto.

No hace falta remontarnos a los años 70 para ver la evolución de lo que digo, tomando como ejemplo una marca muy actual como Gas Gas y su reciente subvención (que pagamos nosotros) nos podemos hacer una idea.

Tan solo 12 años atrás, en 2002, la producción de Gas Gas era de 14.000 motos al año, 10.000 de ellas se iban a los diferentes mercados internacionales, especialmente Reino Unido, y 4.000 motos se quedaban en España para alimentar la demanda de motos de trial y enduro en nuestro país.

El año pasado en 2013, la producción de Gas Gas fue de 9.000 motos, casi un 36% menor. Descenso de ventas que puede sin duda achacarse a la crisis. Pero cuando comparamos las cifras de motos exportadas y vendidas dentro de España este razonamiento se viene abajo.

Mientras que 8.550 motos de Gas Gas fueron a alimentar los mercados internacionales en 2013, solamente 450 unidades se quedaron en España el año pasado.

Un 14,5% de descenso en las ventas internacionales lo cual sí puede achacarse a un combinado entre la crisis y una pérdida de competitividad por falta de inversiones necesarias en I+D+I.

Frente a la cruda realidad de 4.000 motos vendidas en España en 2002 frente a 450 en 2013; es decir que 11 años antes el mercado del trial y todo terreno de Gas Gas en España vendía un revelador 890% más de motos en España que ahora.

¿Alguien ha pensado alguna vez que ocurriría si una fábrica de motos de enduro y trial competente, bien financiada y con un buen proyecto se estableciera en algún país de la U.E. donde haya libertad para emprender, donde ganar dinero no sea pecado y donde los costes de producción sean razonables?

Yo si lo he pensado, y este hecho bien llevaría a la ruina definitiva a nuestra industria, bien conseguiría que la industria nacional pasara a estar mucho más fuertemente subvencionada a través de los impuestos. Me decanto por la segunda tal y como están las cosas…

Lo peor de todo y lo que más nos afecta a nosotros es que esas 450 motos vendidas en España por Gas Gas en 2013 frente a las 4.000 de 2002, nos recuerdan sin lugar a duda que practicamos deportes prohibidos, perseguidos y mal vistos, fruto de unas políticas equivocadas que nos han demonizado y que hacen más mal que bien a nuestra gente y a nuestra industria.

Siendo mal pensado podría hasta plantearme la idea de porqué las marcas de motos españolas no dan la batalla a los políticos para que hacer trial o enduro sean deportes regulados y legales, de porqué callan y otorgan a los políticos. Siendo mal pensado podría hasta convencerme a mí mismo de que no lo hacen porque no quieren enfrentarse a los políticos debido a las ayudas y subvenciones de las que la industria española debe vivir. Siendo mal pensado podría pensar incluso que como en otros sectores de nuestra economía o comes de la mano de los políticos o estás arruinado.

Mucha suerte para Gas Gas, Ossa, Jotagas, Vértigo, TRS, Montesa, Sherco, Mecatecno y Oset. Os deseo lo mejor, espero que vuestros proyectos tengan mucho éxito y que vendáis muchas motos a los extranjeros, ya que nosotros no podemos usarlas y lamentablemente cada vez las compraremos menos.

Texto: Javier Cruz