Este año 2011 se cumple el 100 aniversario de los SSDT, los famosos Scottish Six Days Trial, la prueba trialera más antigua del mundo y una de las más importantes del calendario anual.
Es una carrera que se prepara de una forma especial, se disfruta de una forma especial y el recuerdo es tan especial que nunca se olvida. En Trialworld tenemos el placer de poder contaros la preciosa historia de los SSDT en categoría “pre-65” a través de un grandísimo aficionado que muchos conoceréis, Javier Cruz, el cual nos narra su experiencia y divertidas anécdotas entre el sempiterno musgo escocés, la lluvia, los blackwaters y el traqueteo de los motores de válvulas.
No os perdáis la impresionante galería de fotos de los SSDT «Pre 65» que nos ha preparado Javier.
Texto y fotos: Javier Cruz
Seguramente falta a la verdad el trialero que diga que nunca se le ha pasado por la cabeza correr en los SSDT. No sería creíble escuchar a un trialero decir que jamás ha soñado viéndose trazando con su moto las famosas zonas de Caolasnacoan, Pipeline o Sleubaich en el valle de Mamore, o quizá surcar los barrizales de los páramos del sagrado Ben Nevis o saltando los temidos barrizales negros en las cercanías del Blackwater Damm después de un duro invierno de nieve y lluvia. Seguramente también faltará a la verdad un trialero de cierta edad diciendo que el ronco sonido del motor de una Ariel, Matchless, Norton o AJS no le emociona, especialmente si ese sonido se escucha en Escocia.
Carlos, un hermano mío quince años mayor que yo tenía una Triumph Cub con la que hacia trial y excursiones por el monte Abantos en El Escorial allá por los años 60. Carlos estuvo en Escocia en los SSDT, no corriendo la prueba, aunque sí tuvo la ocasión de surcar los barrizales con su moto y de ver las zonas en directo y charlar con algunos de los pilotos más carismáticos de la época como lo eran Sammy Miller o el por entonces joven Mick Andrews.
Recuerdo que de pequeño me contaba historias de cómo era Escocia, sus montañas, sus lagos, sus valles y su naturaleza salvaje, historias acerca de las enormes motos monocilíndricas inglesas y su especial sonido ronco y grave, historias acerca de las zonas perdidas en la naturaleza salvaje, de cómo las motos sorteaban las piedras mojadas y los torrentes de agua gélida, de cómo los pilotos exhaustos nunca se daban por vencidos pese a todas las dificultades e intentaban terminar la prueba fuera como fuese. Historias en fin del trial más antiguo, más duro y famoso del mundo. Carlos me prometió que tarde o temprano me llevaría a Escocia.
Tuve muy claro desde entonces que Escocia y su trial era una de las metas a conseguir. Mi oportunidad de correr los SSDT llegó tarde, yo hacía trial en los 70 y principios de los 80 y por diversas circunstancias nunca pude cumplir mi sueño. Mi hermano Carlos se fue en un accidente de tráfico después de una azarosa vida; el comienzo de mi vida laboral con muchos viajes al extranjero, y el tiempo que nuca perdona, hicieron que tanto el trial como los sueños Escoceses perdieran todo su sentido.
Pero años después las circunstancias cambiaron. Aquellos trialeros que tantos años atrás tuvieron la suerte de participar en este singular evento comenzaron a soñar de nuevo con su trial. El espíritu de superación y de aventura que siempre han significado los SSDT corría por sus venas y añoraban profundamente volver a sentir en primera persona lo que fue recorrer las Highland en sus motos, pero en sus motos de entonces, en las motos que aún resonaban en sus recuerdos.
Recuperar las antiguas motos, volver a pasar más de seis horas al día sobre ellas en los lugares de entonces, competir como antaño y dar una segunda oportunidad a todos los que la perdieron en el pasado; así nacieron los Scottish Pre65 Two Days Trial, el trial clásico con más sabor y solera del mundo. No por su organización, no por el marcaje de sus zonas, los Scottish Pre65 es el mejor trial clásico solamente por la historia que tiene detrás, por los pilotos que allí corren y especialmente por los lugares que recorre y las zonas que se abordan; exactamente las mismas zonas que se hacían entonces y con las mismas motos.
Las condiciones para participar en este trial son sencillas; ser residente en un país de la Unión Europea, tener 18 años cumplidos el día de comienzo del trial, estar en posesión de un carnet de conducir motos, tener una licencia de trial en regla y un permiso de salida de su Federación. Cualquiera que cumpla con estas premisas puede en teoría cumplir su sueño.
En realidad y llegado el momento conseguir una plaza en este trial no es cosa fácil. Año tras año el número de peticiones de plaza doblan a las plazas ofrecidas por la organización. Solamente hay 180 plazas disponibles a causa de las Leyes de regulación del Tráfico en Escocia ya que parte del recorrido es por carretera. La organización recibe una media de más de 300 peticiones de plaza cada año. Tal es el éxito de este trial que la organización tiene reservado el derecho de admisión y reservado el derecho de dar plaza a los pilotos que crea conveniente. Una vez repartidas esas plazas por asignación del Edinburgh & District Motor Club, las plazas restantes se otorgan por sorteo.
Este sorteo se realiza teniendo en cuenta e intentando alojar a pilotos de todas las nacionalidades, el mayor número de marcas de motos posibles y con participantes en todas las categorías que convocan. Siempre intentan que todo el mundo tenga la oportunidad de correr allí al menos una vez.
Solamente hay un trazado de zonas, un mismo nivel para un todos contra todos, pero más de once categorías dependiendo del tamaño de la cilindrada de la moto y de su amortiguación.
A principios de Octubre los documentos para conseguir una plaza en el trial suelen estar disponibles en la web del club www.ssdt.org y en ellos vienen reflejados todos los requerimientos administrativos y técnicos de las motocicletas que el club establece para su trial. Justos para algunos, injustos para otros, los requerimientos son los que son y todo aquel que quiera correr los Scottish Pre65 debe ceñirse a ellos, y una vez que firma el documento acepta estas condiciones y acepta su cumplimiento si consigue una plaza.
Conseguir una plaza, irse hasta Escocia y verse tirado allá arriba, perdido en los páramos de Meall Na Chruaide porque la moto ha dicho basta es una experiencia única. Ni en las peores pesadillas trialeras uno quisiera quedarse tirado allí, rodeado de piedras, barro y algún que otro ciervo rojo, tirado en un lugar donde prácticamente nadie puede echarte una mano, donde solamente pasan los pilotos y todos ellos cansados y preocupados de su propia moto y de salir de allí sin perder demasiado tiempo; comento esto por experiencia propia, y es por eso que recomiendo llevar la moto bien puesta a punto y revisada como algo fundamental en los Scottish Pre65, ya que una avería en ciertos lugares puede convertir este trial en un verdadero infierno.
Preparar una moto con tantos años no es tarea fácil ya que su fiabilidad puede verse comprometida en cualquier momento y sin previo aviso. Es por ello que es recomendable llevar una pequeña provisión de herramientas y accesorios básicos por si acaso. Así como una correa larga por si hay que pedir a alguien ser remolcado…
En mi caso me gusta llevar neumáticos más o menos nuevos, radios revisados para evitar pinchazos, reapretar todas las tuercas y tornillos, cables nuevos así como bujía y aceites recién puestos y comprobar que tanto el motor como las horquillas no tienen fugas de aceite, algo realmente complicado en una moto inglesa. De hecho los ingleses dicen de sus motos que si no pierden aceite es porque ya no les queda nada dentro.
Los Escoceses conocedores de sus piedras, así como los pilotos que optan a una buena clasificación suelen utilizar presiones de 0,4 delante y 0,35 detrás, aunque yo prefiero evitar pinchazos y utilizar 0,45 y 0,4 y la verdad es que nunca he tenido problemas de adherencia en las rocas, si bien tengo que reconocer que en Segovia las piedras mojadas resbalan bastante más que en Escocia.
Las amortiguaciones deben ir blandas. Muy blandas, y ser capaces de tragarse cualquier cosa, las 30 zonas que se hacen al día están llenas de piedras, piedras y mas piedras. Así que mejor el centro de gravedad bajo en la moto. Todas las zonas son cuesta arriba, aunque conviene llevar unos frenos aceptables ya que bajar del Pipeline es más difícil que subirlo, y si se hacen los 7 kilómetros de embarrado descenso desde Callart Pass hasta la carretera de Kinlochleven conviene que la moto frene.
Recuerdo hace un par de años descendiendo con toda la precaución del mundo para no embalarme sobre una James ligera, como esta ladera del Callart Pass estaba muy embarrada, recuerdo como fui adelantado por un piloto inglés sobre una pesada Matchless apretando ambos frenos a tope y como las ruedas totalmente clavadas deslizaban cuesta abajo a mucha velocidad como si la moto fuese un trineo. No puedo olvidar la cara del piloto, imagino que en ese momento rezaba todo lo que sabía. Terminó dándose un baño dentro del lecho de un pequeño arrollo para conseguir parar.
También recuerdo como en ese mismo descenso vi la BSA de mi amigo Carlos Bosch; que ese año estaba siendo usada por un piloto americano; frenando de frente contra unas piedras para parar, y escuché la maldición posterior que el piloto le dedicó a los frenos…
También me gusta llevar una pequeña mochila con alguna herramienta y repuestos, así como un par de barritas energéticas y una bebida por si flaquean las fuerzas. Siempre procuro dejar la mochila aparte en las zonas y hacerlas sin su peso en la espalda.
Físicamente no hago ninguna preparación especial, aunque estoy aceptablemente en forma para mi edad y practico varios deportes regularmente. Cualquier piloto que quiera intentarlo debe saber que es conveniente estar en forma y tener cierto fondo y nivel trialero sobre la moto, ya que las zonas no son fáciles y zonas e interzona pueden llegar a ser agotadoras si se tienen problemas en ellas.
Ya he corrido en Escocia en ocho ocasiones pero es como una droga, siempre sabe a poco, siempre se quiere más. El veneno de Escocia corre por mis venas desde hace mucho tiempo, los Scottish Pre 65 son una experiencia única y recomendable para todo trialero de cierta edad que alguna vez haya soñado con hacer las míticas zonas, o para cualquier trialero joven al que le emocione el ronco sonido de un enorme motor inglés de cuatro tiempos y disfrute del trial non-stop en estado puro.
Javier Cruz
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Inicio / Reportaje Scottish Trial Pre-65
Reportaje Scottish Trial Pre-65
- 27/01/2011
- Trialworld
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