Prueba Beta ALP 400

beta alp 400

La Beta Alp 400 no es una moto que encierre grandes secretos. El objetivo de Beta era mejorar su actual Beta Alp 200 ofreciendo al usuario no sólo mayor potencia, sino también un conjunto de suspensiones y carrocería que permita ampliar sus posibilidades.
Uno de los aspectos que se ha querido tener controlado en todo momento es el del peso, ya que si algo ha caracterizado de siempre a la saga de modelos Alp, es su gran manejabilidad con el fin de ofrecer unas aptitudes ligadas a la filosofía del trial excursión. Las suspensiones tienen poco que ver con las de su hermana pequeña, a pesar de que en ambos casos, como es habitual en la marca, las firma Paioli.
La horquilla es de tipo convencional compuesta por unas gruesas barras de 46mm, mientras que el monoamortiguador trasero funciona por bieletas y se puede ajustar en precarga según las necesidades del piloto.
En lo que se refiere a los frenos, Grimeca suministra todo el material, mientras que los discos son de 260mm y 220mm en el tren anterior y posterior, respectivamente. Obviamente, las llantas son de aluminio y en ellas se han calzado unos neumáticos Metzeler que mezclan de forma acertada el concepto trail y el enduro, resultando válidos incluso para su uso urbano.
La carrocería de la Alp respira aires futuristas, otorgando a la Alp 4.0 una personalidad más actual de lo que en el fondo la compone. La base es un nuevo depósito de combustible con gran capacidad –10,5 litros- sobre el cual se anclan las dos tapas laterales, dotadas de sendas tomas de aire, facilitando de esta forma la refrigeración del propulsor.
Otros detalles exclusivos que podemos encontrar en la Alp son sus estriberas mixtas, en las cuales encontramos una funda de goma que podemos desmontar para gozar de un mayor agarre en campo, y también cabe destacar el pequeño hueco que encontramos bajo el asiento, muy útil para guardar la cartera o cualquier accesorio.

FIABILIDAD BETA ALP 4.0

Habiendo analizado casi todos los elementos de la Beta, ya podemos afirmar que estamos ante una moto muy agradable, pero seguramente os parezca mucho mejor después de desvelaros su gran secreto, el motor.
Una vez más, Beta ha recurrido a Suzuki para equipar la mecánica de su modelo de excursión, aunque en este caso no es el típico motor japonés que únicamente se comercializa allí, sino que en esta ocasión se ha apostado fuerte por caballo ganador.
El elegido en cuestión, ha sido un motor monocilíndrico de cuatro tiempos refrigerado por aire, que cubica 349cc, y seguramente recordareis por el modelo estrella que lo ha equipado durante años, la Suzuki DR 350SE.
Una de sus principales virtudes es que su puesta en marcha es eléctrica, estando situada la batería bajo el asiento. Un buen detalle ha sido el conservar la palanca de arranque, que nunca viene mal para aquellos casos en los que la batería decide dejar de enviar corriente.
Para ponerla en marcha, basta con presionar suavemente el embrague y apretar el “gatillo” rojo situado junto al puño de gas. La primera sensación que nos transmite es la de una gran suavidad, con muy pocas vibraciones y un ruido bastante contenido. Salimos en busca de una pista de tierra, pero para llegar a ella es necesario recorrer algunos kilómetros en carretera, lugar donde la Alp nos agrada enormemente. Empezamos a enlazar marchas y el motor responde empujando con gran fuerza desde pocas revoluciones, todo ello con una suavidad que no habíamos imaginado.
Resulta muy divertida en carreteras viradas, ya que sus excelentes frenos permiten apurar bastante, y su potente motor te ayuda a salir con la rueda delantera en el aire fácilmente. Su relación de cambio es bastante larga en sus marchas finales, lo que permite alcanzar velocidades cercanas a los 140km/h gozando de una gran estabilidad, algo a tener en cuenta para los largos desplazamientos. Una vez en la pista de tierra hay que tener más precaución, ya que si pretendes hacer lo mismo que en la carretera, probablemente te lleves un susto.
Es fácil hacerla deslizar de detrás, especialmente en curvas cerradas al arrancar con mucho gas, por lo que si buscas ir rápido la Alp se ve algo limitada. Donde más a gusto se encuentra es sin duda en las pistas amplias de tierra, lejos de los terrenos abruptos y las trialeras, aunque con otros neumáticos más off-road se podrían mejorar sus aptitudes camperas. Sus suspensiones son ideales para hacer trail, ya que gozan de un tarado más bien duro y su respuesta en tramos de carretera es sensacional.
Texto: David Quer / Fotos: Beta
 

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