Probablemente, muchos de vosotros hayáis encontrado la moto de Trial que mejor se ajusta a vuestro pilotaje, gustos y necesidades; los menos afortunados, como poco, tendrán claro cuál modelo de todos los que se ofertan en el mercado sería su media naranja. Pero seguro que todos, o casi todos, habéis construido en vuestra mente la moto ideal, porque no todas tienen los mismos puntos fuertes y las soluciones técnicas suelen ser bastante dispares entre sí.
Si alguna vez os habéis subido a una Montesa Cota 315R o 4RT, coincidiréis conmigo en que entre sus puntos fuertes está el esquema de suspensiones. La competencia cada vez está trabajando con más énfasis en este apartado, pero difícilmente superarán el listón que hace seis años marcó Montesa con el lanzamiento de la Cota 4RT. Sin ir más lejos, Gas Gas sigue trabajando cada año con Öhlins para imprimir valor añadido a su versión “Racing”, mientras que para la versión estándar trabaja con Sachs. Sherco mantiene su confianza en Ollé para amortiguar su tren trasero, mientras que Beta también es fiel a Paioli, aunque desde el nacimiento de la saga EVO abandonase el sistema sin bieletas.
Para que podáis valorar mejor el objetivo de esta prueba, podemos afirmaros que, sin dar nombres concretos, los mejores pilotos del mundo confían en este amortiguador y lo equipan en sus monturas, independientemente de la marca que pilotan. Los hay que apuestan por Showa en ambos trenes y otros que priorizan el trasero, pero en líneas generales es una mejora muy valorada por los pilotos “top”. Es cierto que con la llegada de Ossa y su revolucionario amortiguador Öhlins TTX –el único amortiguador moderno en equipar depósito independiente- la cosa está más igualada, pero a día de hoy Showa brilla en el mundo del Trial con luz propia.
El principal inconveniente de este componente radica en su adaptación a cada modelo en cuestión y el alto coste que éste supone para un aficionado, aunque hay quienes lo ven como una inversión que irán aprovechando en los sucesivos modelos que vayan adquiriendo. Para haceros una idea, tanto el amortiguador Showa como el Öhlins de Ossa suponen, aproximadamente, un 15% del coste total de la moto, es decir, cerca de los mil euros.
En este reportaje que ha preparado nuestro amigo Roberto Arenas, podéis ver cómo ha sido el proceso de instalación y la posterior prueba dinámica. Todo el proceso se ha efectuado sobre una Gas Gas TXT Pro Raga 2010. Os dejamos con la prueba íntegra que ha preparado nuestro colaborador para los lectores de TRIALWORLD.
Texto: Roberto Arenas “Arenitas” & DQ / Fotos: Roberto Arenas & DQ / Acción: Chema Quer
En diversas ocasiones, tanto en su etapa con revistas de papel especializadas como en TRIALWORLD, he colaborado con mi buen amigo David Quer para ofreceros comparativas y daros datos que os ayuden a elegir lo que más se adapte a vuestros gustos y/o necesidades.
Sin duda alguna el trial es una de mis pasiones, hace ya 18 años que llevo practicando este maravillo deporte y experimentando con infinidad de combinaciones mecánicas para tener una moto afín a mis objetivos, como la GG monster que preparamos con el equipo de T3 trial y todo terreno, de Argés, con la que tan buenas críticas conseguimos.
Bueno, vamos al grano. He querido hacer un reportaje lo más cercano y sincero posible, dando mi opinión sobre el amortiguador Showa que tengo montado en mi Gas Gas TXT 300 “Raga” 2010. Como sabéis, esta moto trae de origen un Sachs que, la verdad, funciona bastante bien y que no hay por qué sustituir, pero como ocurre en todos los menesteres de la vida, siempre hay algo mejor. En la industria auxiliar podemos encontrar el conocido Öhlins, que también he podido evaluar de primera mano y cuyo funcionamiento es realmente bueno, además del Showa que ocupa estas líneas; un auténtico pata negra.
Los precios que nos ofrece el mercado, por ejemplo para una Gas Gas, son aproximadamente los siguientes: Sachs entorno a los 250€, el Öhlins 450€ y el Showa por 895€.
Os preguntaréis si realmente merece la pena invertir 895€ en un Showa para la GG. Al final del reportaje prometo contestaros a esta pregunta, pero antes vamos a ver cómo adquirirlo, montarlo y probarlo sobre el terreno.
Existen varios puntos de venta en el mercado donde podéis conseguir el Showa, pero sin duda os recomiendo la página web de nuestro buen amigo y mejor persona Pep Banyeres, mecánico y mochilero oficial del equipo Montesa Honda de Takahisa Fujinami.
Antes de decantarme por la compra del Showa hablamos por teléfono. Él ya sabía que había tenido anteriormente una 4RT preparada, pero su alto peso y el no adaptarse a mi tipo de Trial, hizo que me decantase por la Gas Gas. Sin embargo, me quedé con mal sabor de boca al deshacerme de esa increíble suspensión. Así pues, pensé en poner un Showa a la Raga para conseguir una moto explosiva, ligera y con el Showa que me gustaba. Pregunté a Pep sobre el funcionamiento y montaje del showa en la GG, hice el encargo y en dos días estaba en casa.
El montaje es sencillo; solamente hay que tener en cuenta algunos pasos que os explico a continuación y que no debéis dejar pasar por alto.
En primer lugar, con la compra del amortiguador vienen unos casquillos. No olvidéis pedirlos junto con el Showa, son necesarios para el montaje para anclarlo bien en el chasis y las bieletas de suspensión.
La posición del amortiguador es la siguiente: la ruleta de regulación va arriba para tener un fácil acceso. El amortiguador trae una válvula que debe quedarse a la izquierda, por encima de las bieletas, está preparado para que en ningún momento toque con ellas. Además este amortiguador está rebajado con un corte en el pulmón de una forma específica para que libre el paso con el basculante, otro aspecto en el que debéis fijaros para su montaje.
Una vez montado solo queda pasar a regularlo. Tenéis la posibilidad de elegir entre doce posiciones para dar más o menos rebote con la ruleta. Así pues, si la abrimos por completo rebotará más y la sentiremos suelta; si por el contrario apretamos la misma, irá mucho más lenta. Personalmente la llevo bastante suelta.
Además, como en todos los amortiguadores, podemos regular su dureza con el muelle dando más o menos presión al mismo con tan solo con girar las arandelas dentadas. Apretándolas damos más compresión al muelle y gana en dureza, mientras que si hacemos lo contrario conseguiremos efecto muelle; será más blanda.
Tras el montaje pasamos a probar y experimentar sobre el terreno el funcionamiento del mismo. Os aconsejo que dediquéis una tarde para regular vuestras suspensiones, lo agradeceréis a largo plazo. Con la ayuda de unas herramientas en función de vuestro peso, preferencias y tipo de trial que vayáis a realizar.
Una vez reguladas, a priori y tras haber tenido antes el Sachs y el Öhlins observo que el Showa otorga a la moto una tracción mayor; la moto va mucho más sentada y todos los gestos se realizan con una mayor precisión, si bien es cierto que pesa, verificado, casi medio kilo más que el amortiguador de serie. Lo bueno es que este peso recae en un punto bastante neutro y tampoco se notan grandes diferencias en lo referente al reparto de masas.
A la hora de hacer escalones fuertes la moto despega con gran facilidad e impulsa con precisión al obstáculo, ofreciendo una recepción y rebote absolutamente impecable. La moto se vuelve precisa, intuitiva y los fuertes impactos, donde el anterior amortiguador sonaba algo feo, el Showa es mucho más dulce. En las zonas precisas también se nota la mejoría, sobre todo por precisión.
Donde quizás más se puede notar el buen trabajo del amortiguador es en las fuertes recepciones y grandes saltos. Aquí tanto el piloto como la moto sufren mucho menos, ya que absorbe con dulzura y mantiene con una actitud impecable la trayectoria elegida por el piloto; la moto recepciona justo donde tú decides. A la hora de mover y si hemos optado por un dejar la ruleta muy abierta, al hundir la suspensión y hacer giros la moto se mueve muy bien.
En líneas generales sí que hay un cambio significativo importante en todos los sentidos con respecto al Sachs de serie, pero sin embargo no hay tanta diferencia con respecto al Öhlins, el cual también funciona muy bien.
Respondiendo a la pregunta inicial: ¿merece la pena la inversión? Sinceramente para nuestro nivel de aficionado, realmente no. Con el amortiguador de serie la moto funciona realmente bien, pero si disponéis de la cantidad queréis daros un capricho y tener un buen amortiguador, compraros un Öhlins y si queréis tener el mejor amortiguador hoy por hoy en trial sin duda una Showa. No obstante, estáis invitados a probarlo en Toledo.
Valoración global
Lo menos
– Excesivo precio.
– Peso más elevado que el original.
Lo más
– Múltiples regulaciones.
– Más tracción
– Más rebote y absorción de impactos.
– Más aplomo y estabilidad.
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